Henry García Gaviria
Coordinador nacional del programa “Bibliotecas públicas para la paz”
Es profesional en Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Antioquia con posgrado en Gerencia de Marketing, en Curaduría de Arte y Museología, y en Política y Cultura. Ha sido docente de cátedra de la Universidad de Antioquia, director de diferentes medios y oficinas de comunicación, curador y jurado de diversos premios y certámenes de arte y cine, asesor de comunicaciones en distintas instituciones educativas y culturales, editor de guiones curatoriales de múltiples exposiciones museográficas, coordinador general del Boletín Científico y Cultural "Códice" de la Universidad de Antioquia, corrector de estilo de textos de investigación y divulgación, editor de los libros "El Espectador, 120 Años de Testimonio Crítico", "Las culturas negras en Colombia, 155 años de la abolición de la esclavitud en Colombia", "La Herencia de Manuel Quintín Lame en los pueblos indígenas colombianos. A 40 años de su muerte", "Sala U Arte Contemporáneo", "Sentir para ver. La Galería Táctil del Museo del Louvre", "Historias de mi vereda", entre otros. Su vocación por las letras y las artes se ha materializado también en la creación colectiva de múltiples certámenes y espacios culturales como el Festival Internacional de Cortometrajes de Medellín (FICME), la Semana Nacional de la Robótica, el Concurso Nacional de Cuento "Escribir para leer, leer para escribir" y varios productos, programas y eventos culturales y educativos con enfoque social. Ha sido, también, Coordinador de Comunicaciones y Coordinador de Formación de la Biblioteca EPM de Medellín, y Líder de Formación de la Fundación EPM para la Red de Bibliotecas de Medellín, el Museo del Agua EPM, el Fondo EPM para la Educación Superior, la Biblioteca EPM y el Parque de los Deseos. Fue Especialista en Posicionamiento y Promoción del Proyecto Uso y apropiación de TIC en Bibliotecas Públicas del Ministerio de Cultura de Colombia y la Fundación Bill & Melinda Gates. Trabajó para el Ministerio de Cultura de Colombia y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de la Presidencia de la República como Coordinador Nacional de las Bibliotecas Públicas Móviles (Bibliotecas Públicas para la Paz) y Coordinador Nacional del Proyecto "Bibliotecas públicas por las veredas y los caminos de la paz" (del cual fue el creador). Ha sido consultor para la Gobernación del Atlántico, la Universidad de La Salle, la Universidad de Antioquia y la Agencia de Cooperación Española en temas relativos a la gestión cultural, la formación de públicos, el desarrollo rural, la cultura de paz y la comunicación para el desarrollo. Ponente, tallerista y conferencista en múltiples espacios regionales, nacionales e internacionales relacionados con la cultura, las bibliotecas, la innovación social, la comunicación y las manifestaciones de las letras y las artes. Actualmente, se desempeña como Gerente de Proyectos de Innovación Social en Compartamos con Colombia. |
Entrevista a Henry en el IV Encuentro Internacional de Bibliotecas organizado por la Fundación Bibliotec en Cali, el 28 y 29 de Septiembre de 2017 en el Centro cultural Comfandi
Llegada de la Biblioteca Móvil a Santa María (Riosucio), Chocó
Gestionando el trabajo
Entrevista a Henry el 10 de abril del 2018 en el Espectador donde toca puntos importantes de su cordinación en el proyecto.¿Hace cuánto trabaja con las bibliotecas? Empecé en 2011 en la Biblioteca EPM, una muy grande e importante de Medellín. De ahí pasé a crear todo un proceso de formación para la población, porque las bibliotecas tradicionalmente han prestado los servicios que todos conocemos, pero las bibliotecas modernas están para más que eso. Estuve en la Red de Bibliotecas Públicas de Antioquia y ahora en el Ministerio de Cultura.
Está en un proyecto para llevar bibliotecas a las zonas veredales. ¿De dónde surgió esa idea?
En mitad de 2016, cuando se comenzó a conocer el tema de las zonas veredales, en el marco de la implementación de los acuerdos, debíamos llegar con unas estrategias de respuesta rápida para atender esas comunidades y aportar al proceso de reincorporación de la guerrilla de las Farc a la vida civil. Es ahí cuando la Biblioteca Nacional acude a un aliado internacional, que es Bibliotecas Sin Fronteras, para trabajar en un proyecto de bibliotecas públicas móviles. En marzo del 2017 ya teníamos las 20 bibliotecas públicas operando en 20 de las 26 zonas veredales y puntos transitorios de normalización que se implementaron.
¿Qué aportes hace una biblioteca a una zona veredal?
Teníamos dos objetivos en lo práctico. Brindar servicios bibliotecarios, que por lo general ocurren en los cascos urbanos y en las ciudades, y llevarlos a las zonas de más difícil acceso en Colombia, porque son bibliotecas lejanas con condiciones de infraestructura vial complejas y en territorios donde en muchos casos ni siquiera se conocía la palabra biblioteca a causa del conflicto. El otro objetivo era poder aportar al proceso de reincorporación de los excombatientes de las Farc.
¿Cómo han acercado el significado de biblioteca a la gente? Había un interés en lo que nosotros íbamos a llevar, pero también desconocimiento, porque no se había llevado un computador, no se había visto una película en la vereda o no se conocía técnicamente qué era una biblioteca. Si uno no conoce una biblioteca, no la necesita, pero cuando esta llega las personas se dan cuenta de lo importante que es. Nosotros llegábamos con una infraestructura móvil y esas mismas comunidades se han encargado de construir espacios fijos. Fue con la ayuda de las comunidades que lo pudimos hacer, porque ellos mismos generaron los recursos para poder construir una biblioteca.
¿Por qué una biblioteca no puede tener fronteras?
Una biblioteca pública no debe tener fronteras ni barreras porque es un espacio para todos, que no debe discriminar raza, sexo, color, etnia, cultura o condición social. Las bibliotecas públicas en Colombia incluso son algunos de los espacios que mejor representan la Constitución Política del país, porque son plurales, multiculturales y abiertos, y están dispuestas para que cualquier colombiano pueda beneficiarse de todo lo que allí sucede.
La nueva fase del proyecto es Bibliotecas públicas para las veredas y caminos de paz.
Llegamos con 20 bibliotecas a unas veredas de municipios fuertemente afectados por el conflicto. Cuando las inaugurábamos llegaba el presidente de la biblioteca cercana para preguntar por qué la nueva biblioteca estaba en ese lugar, si ellos también habían sido afectados por el conflicto. Lo que hicimos fue empezar a hacer visitas y adelantar servicios de extensión comunitaria. Logramos llegar a 176 veredas el año pasado, en mula, en lancha, en moto, en bicicleta o caminando.
¿Cómo han cambiado las bibliotecas a las comunidades?
Siempre que se habla de cultura tenemos relatos anecdóticos muy bonitos. Pero antes de ingresar a los territorios contratamos una evaluación de impacto con el Centro Nacional de Consultoría para comparar c cómo cambian las veredas en términos de capital social cuando llega una biblioteca, es decir, cómo se fortalecen las relaciones de las personas que habitan en esos lugares. Encontramos que una biblioteca aporta sustancialmente a fortalecer y a recuperar mejor el tejido social de estas comunidades que se vio fracturado por el conflicto.
¿Cuál es la diferencia de las necesidades de una biblioteca dentro de la ciudad con una que esté inmersa en una zona rural?
Hay diferencias en términos de infraestructura, pero la principal está en función de qué es lo que debe hacer. Una biblioteca en la ciudad como la EPM puede trabajar en el desarrollo de servicios más especializados para públicos como estudiantes universitarios o colectivos culturales. En el campo el enfoque de los servicios cambia porque el nivel de alfabetización es diferente. Están llamadas a conectar la ruralidad con el mundo de lo urbano para atender las necesidades que tiene el campo y que a veces le dificultan su avance por la forma en la que ha estado el campo.
Gestionando los premios
En octubre del 2017, el proyecto Bibliotecas Públicas Móviles para la Paz obtuvo un importante reconocimiento internacional cuando recibió en España el Premio ACLEBIM 2017 donde se reconocía que este proyecto "trasciende con creces la pretensión de cualquier equipamiento cultural, al posicionar a las bibliotecas móviles en el centro del esfuerzo por construir un nuevo país, desde el desarrollo, desde el conocimiento, desde la concordia y, en suma, desde todos los valores inherentes a las bibliotecas públicas que inevitablemente potencian valores tan democráticos como la igualdad de oportunidades, el espíritu crítico, la vida en pluralidad y, por encima de todo, el entendimiento y la paz".
El 5 de diciembre del 2017 el proyecto Bibliotecas Públicas Móviles para la Paz obtuvo uno de los premios de más relevancia en Colombia: el Premio Nacional de Alta Gerencia 2017.
Importante reconocimiento que lleno de orgullo a todo el equipo y como Henry dijo: "este es un premio para la paz, es un premio para las comunidades donde hoy en día se implementan los acuerdos de paz y es un premio para el trabajo bibliotecario en las zonas de más difícil acceso en el país que fueron históricamente afectadas por el conflicto y que hoy estamos recostruyendo a partir de los procesos culturales que se lideran desde las bibliotecas públicas".
Arriba de izquierda a derecha:
Luis Narváez, Giovanni Simbaña, Karina Celis, Gilberto Pabon, Ruby Caballero, Ángel Molano, Henry García, Julián García, Dayana Bohórquez, Pablo Iván Galvis, Andrés Pérez, Esteban Castañeda, Víctor Solís
y Luis Montenegro
Abajo de izquierda a derecha:
Sandra Orejuela, Astrid López, José Mejía, Lucely Narváez, Andrea Saavedra, Mariana Posada, Jenny Salcedo, Gloria Nupán y Diana Pérez